miércoles, 30 de octubre de 2013

“TENGA EN CUENTA PARA QUE ASEGURE SU APLICACIÓN”.
Departamento de Investigación, Diseño y Desarrollo
Microfertisa S.A.
Calidad que genera vida!

La tecnificación de la agricultura ha traído consigo un aumento del consumo de agroquímicos, de ahí la importancia de los principios que rigen el uso de estos productos.
El incorrecto uso y/o manejo de los agroquímicos perjudica, no solo los seres humanos, sino también a los cultivos, insectos benéficos y peces; además ocasiona otros problemas, entre los cuales  está la contaminación de fuentes hídricas.
Por tal razón, para un adecuado uso de este tipo de sustancias, la preparación de la mezcla debe cumplir con determinados requisitos, buscando un adecuado funcionamiento, como se describen a continuación:

1.   CALIDAD DEL AGUA PARA LA APLICACIÓN.

El agua nunca está químicamente pura, siempre contiene sustancias disueltas o en suspensión, lo que genera una amplia gama de características químicas. El pH o potencial de hidrógeno, es una escala que indica la acidez o alcalinidad de una solución, esta escala del pH va desde 0 hasta 14, donde valores inferiores a 7 indican acidez y superiores alcalinidad. Cada sustancia química presenta un valor natural de pH donde es estable y funcional, las modificaciones de pH para agroquímicos, generan degradación de los ingredientes activos y por consiguiente reducción de la eficacia.

El pH del agua es susceptible de modificarse con facilidad, el inconveniente particular radica en que los cambios de pH se realicen de forma regulada, aquí cobra una alta importancia el uso de Buffers o amortiguadores que mantienen los valores de pH en rangos cercanos al valor inicial de corrección, aún con la adición de otras sustancias químicas que alteren el pH.

Por esta razón, es de gran importancia conocer el valor adecuado para los agroquímicos a emplear y así asociar ingredientes activos compatibles en valores de pH. Es común ver en las aplicaciones fitosanitarias usadas en los cultivos, la mezcla de productos con valores de pH totalmente diferentes, lo que genera que alguno sea expuesto a valores no adecuados.

Se define la dureza total del agua como la cantidad de sales presentes en el agua, especialmente los metales: berilio, magnesio, calcio, estroncio, bario, radio y otros metales en forma de carbonatos y bicarbonatos.

Es importante destacar los efectos del magnesio en la actividad negativa de la dureza sobre los agroquímicos, ya que habitualmente se tiende a asociar los daños solamente al calcio presente en el agua. Cuando en el agua, además de los iones calcio y magnesio, también están presentes los iones bicarbonato, se incrementa el efecto negativo sobre los agroquímicos.



El uso de fertilizantes en las mismas mezclas con agroquímicos genera efectos sobre el pH y la dureza, que causan el daño de los ingredientes activos. La mayoría de los fertilizantes foliares y solubles, generan un alto incremento en los valores de dureza total de la solución a asperjar, de igual forma existen múltiples posibilidades de afectación de los valores de pH, cada fuente o mezcla de fuentes fertilizantes causa efectos diferentes en reactividad y tiempo de efecto, lo que genera gran probabilidad de daño de la mezcla.

En resumen, las propiedades químicas referidas, inciden directamente en la funcionabilidad de los agroquímicos, que afectan la productividad general del cultivo, generando incrementos en los costos. Es común encontrar incrementos de dosificación para lograr el efecto  esperado, repetir aplicaciones o reducir los tiempos entre aplicaciones, incrementando el número de aplicaciones por ciclo.

2.   PROPIEDADES FÍSICAS DEL AGUA.

El agua en general presenta múltiples características físicas, sin embargo las derivados de la tensión superficial son las de relevancia para la aplicación de agroquímicos.

El agua presenta fuerzas de cohesión entre las moléculas, debido a  los puentes de hidrógeno, y son responsables del fenómeno conocido como tensión superficial, que se define como la fuerza de contracción sobre la superficie de un líquido. Por esta fuerza la superficie tiende a encogerse y adoptar la menor área posible. En el caso del agua, esta fuerza genera la formación de gotas esféricas sobre superficies no absorbentes, entre ellas los tejidos vegetales, esto generalmente impide la interacción del agua con los tejidos, llegando a impedir el ingreso de agroquímicos a las plantas.

Visto simplemente, gracias a la tensión superficial el agua por sí misma no moja, para efectuar el proceso de humectación de los tejidos con las soluciones asperjadas, se requiere romper la tensión inicial del agua y reducirla de 72 dinas/cm a menos de 30 dinas /cm.

Es importante resaltar que el valor final de tensión superficial de una solución, determinará la capacidad de expansión de una gota, sin embargo es indispensable alinear el objetivo de la aplicación con la necesidad de expansión de las gotas, un exceso de expansión puede ser nocivo en un momento dado, pudiendo generar escurrimientos y pérdida de producto por unidad de área, llegando incluso a una sub dosificación del producto.
                                   
3.   ORDEN DE ADICIÓN DE LOS PRODUCTOS.

Cuando en un tanque de preparación de una solución de plaguicidas y/o fertilizantes foliares se va a aplicar dos o más productos se debe aplicar primero los que se encuentran  formulados como  polvos mojables y polvos solubles, y luego productos con formulaciones líquidas. De estos últimos,


es de suma importancia el mezclar primero las suspensiones acuosas, luego las soluciones y en último lugar los concentrados emulsionables y aceites.

A parte de lo anteriormente mencionado, un aspecto muy importante en el manejo correcto de plaguicidas es la incompatibilidad entre los mismos, cuyas consecuencias es el no obtener una mezcla no homogénea, que no permite la aspersión uniforme, por lo que el efecto que se espera lograr con la aplicación no sea el deseado, lo que es causal de pérdida de tiempo y dinero.

En términos prácticos, se define compatibilidad como la capacidad de dos o más substancias químicas de existir juntas. Basado en esta definición puede presentarse dos tipos de incompatibilidad descritas a continuación:

·         Incompatibilidad Química: Es aquella que ocurre  cuando en una mezcla de dos o más químicos, al menos uno se rompe y deja de existir en forma original. El caso típico de este tipo de incompatibilidad es cuando en la mezcla se combinan herbicidas y coadyuvantes de carácter iónico o fertilizantes.
·         Incompatibilidad Física: Es aquella que ocurre cuando se presente algún cambio en el aspecto físico de la mezcla, lo cual impide su aplicación correcta. Se evidencia por la formación de aglutinaciones, separación de fases, formación de espuma o cambio de su viscosidad.
Los casos típicos de incompatibilidad física son cuando se realizan mezclas de polvos mojables y aceites, y al de polvos mojables y aceites emulsionables.


En conclusión, las mezclas elaboradas en los tanques de preparación y utilizadas para aplicación foliar dependen de las condiciones químicas y físicas del agua así como del adecuado orden de para combinar los diferentes ingredientes activos. Por tal razón, se sugiere el siguiente orden enumerado a continuación:

1.    Tensoactivo.
2.    Corrector de pH y dureza.
3.    Formulaciones en Polvo (WP)
4.    Soluciones Liquidas (SL).
5.    Suspensiones concentradas (SC).
6.    Emulsiones concentradas (EC).
7.    Formulaciones con base de dispersión en aceite (OD).

El anterior es un texto técnico de uso interno basado en:
Recomendaciones básicas sobre el uso de Agroquímicos, Centro de Agricultura Tropical CIAT, 1981.
Leiva, P. 2011. Mezclas de Tanque Y pruebas de compatibilidad. INTA.

Pachón, W. 2012. Calidad de agua para aspersiones de agroquímicos. Curso de actualización del cultivo de la papa, Fedepapa. Paipa Boyacá.